Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

20 mayo 2014

Temporadas en Marzo

Le comió la vida a sorbos, esquivando el veneno que provenía de sus propios dientes. La tentación provenía de la sangre que hervía fresca fuera de sus orificios. 
Hoy no había tardado tanto en respirar, sólo el salto de altura lleno de aire. 
Ella no paraba de hablar de sus olvidos en una voz tenue que hacía dormir a cualquiera. No sabía gritar, si no era de placer, pero acababa muda en el habla animal.

Llegar a la habitación adecuada era lo mismo que abrir las piernas a la lengua que no calla. Los movimientos eran torpes incluso en ataque. 
Recordaba una oscuridad que provenía debajo de las sabanas y un aire que conservaba el fin que había terminado, pero seguía residiendo en ella. 



Seguirá en aquella habitación donde sonreír con la mayor fuerza del mundo le pareció una milésima. Donde debajo del vapor nadie sabía nada, menos sus pieles que aumentaban de luz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario